Retomando lo que te conté la semana pasada, hoy te desvelo cómo acabó.
Al tiempo, a medida que me fui desplazando en mis bofetadas hacia el otro lado del lienzo, las noticias parecían abrirse y los azules se veían aplastados por brochazos de vida. Verdes, rojizos carnosos, amarillos llama… que poco a poco se fueron aclarando, diluyendo hacia colores de esperanza
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