
La Ruta del Flamenco: Flandes y Canarias por Facundo Fierro
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1. Los vientos alisios: autopista del Atlántico
Antes de existir los motores, los alisios fueron la tecnología más revolucionaria. Estos vientos constantes del noreste convirtieron a Canarias en un “hub” náutico desde el siglo XV, punto de partida de las naves que unían Europa, África y América. El propio Cristóbal Colón recaló en La Gomera porque conocía la fiabilidad de estos vientos.
Facundo Fierro personifica el alisio en múltiples lienzos: remolinos en acrílico, trazos en acuarela que giran como velámenes tensos y, en ocasiones, siluetas humanas que parecen dejase llevar por una corriente invisible. El resultado es poesía visual que recuerda al maestro flamenco Pieter Brueghel el Viejo, pero arraigada en la geografía volcánica canaria.
2. Flandes y Canarias: 500 años de intercambio comercial y artístico
Siglo XVI: Flandes compra azúcar canario y exporta tejidos y arte sacro.
Siglo XVII–XVIII: comerciantes flamencos se establecen en Santa Cruz de Tenerife; nacen familias de apellidos “De La Roca” y “Van Harte”.
Siglo XX y XXI: la colaboración se reaviva a través de la industria turística y proyectos culturales europeos.
La exposición “La Ruta del Flamenco” revive esta sinergia a través de quince piezas de gran formato (acrílico y técnica mixta) y siete esculturas en madera de drago recuperada. Las obras dialogan con cuadros de Joos van Cleve o Jan Swart van Groningen que el museo custodia en sus salas permanentes, produciendo un cara‑a‑cara intergeneracional.
3. Un lenguaje propio entre flamenco y atlántico
“Se trata de un viaje emocional donde el espectador puede sentir la calidez de los paisajes de las islas y la energía del viento alisio, junto a la majestuosidad de las obras flamencas” – Facundo Fierro.
El artista se formó en Versalles y se consagró con la serie “Poema del Volcán”; sin embargo, su evolución reciente se centra en tejer puentes.
Cromatismo dual: ocres volcánicos y verdes de laurisilva dialogan con azules prusia y bermellones típicos del Renacimiento flamenco.
Composición rizomática: Fierro intercala escenas históricas –mapas náuticos, bodegones de especias– con abstracciones atmosféricas, de modo que el espectador oscila entre la crónica y la ensoñación.
Materialidad sostenible: marco en maderas de tea y pigmentos minerales locales, coherentes con la defensa de los valores naturales que caracteriza al artista.
4. Visitas guiadas y charlas con el autor
Durante los dos meses de exhibición, el museo programó visitas guiadas por el propio Fierro y mesas redondas con historiadores del arte. Se abarcaron temas como:
Iconografía del viento en la pintura europea.
La acuarela canaria: de Valentín Sanz a Facundo Fierro.
Economía del azúcar y su impacto artístico.